Música para ser más humanos

Música para ser más humanos

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MÚSICA PARA SER MÁS HUMANOS 
Publicado en Revista La Familia.- Diario El Comercio 13 de marzo 2016

Arriba muy arriba, al pie del Ungüí, ese cerro ubicado en el suroeste de Quito, que se convierte en el destino de las primeras excursiones de la infancia, ahí la educación está concebida como un diálogo de amor, ahí está el Instituto de Investigación, Educación y Promoción Popular del Ecuador (Inepe), para poner de manifiesto que más allá de los conocimientos curriculares hay que educar en la compasión.

Entre las varias metodologías que sus maestros (muchos de ellos moradores del sector de Chilibulo y exalumnos de la escuela) practican hay una que invita al aprendizaje musical y por medio de él a desarrollar habilidades para la vida, la armonía, el respeto y la alegría.
Se trata del Programa de Educación del Talento Musical, cuya enseñanza se basa en el método desarrollado por Shinichi Suzuki, un músico e investigador japonés fallecido en 1998, y que explica que antes de aprender a tocar un instrumento, un estudiante debe ser feliz, desarrollar su sensibilidad, su disciplina y paciencia.

En los corredores del Inepe se respira ese aire de respeto, esa intención de primero formar el corazón y luego la mente. Andrea Raza, directora del Programa de Música, explica que esta es sobre todo una filosofía para la vida. Los maestros del método Suzuki parten del postulado de que todo niño tiene las habilidades para el aprendizaje de la música, pero que lo esencial es trabajar en su autoestima y eliminar las barreras del pensamiento.

Luego, la participación de la familia es un aspecto fundamental, pues así los niños ven que su esfuerzo es valorado y que sus actividades son importantes para sus padres. De esta forma, en las clases se desarrolla lo que se denomina el ‘triángulo Suzuki’ en el que maestro, familiar y estudiante crean un vínculo de compromiso, afianzan los lazos y ven la evolución.

Los beneficios del programa de talento musical no se quedan solo en aprender a tocar un instrumento, sino que se traducen en una mayor motivación para ir a la escuela y los padres evidencian que aunque en el día existan mil cosas que hacer, siempre es importante dedicar un tiempo para acompañar a los pequeños.

Fieles a sus postulados de que la educación es un diálogo hecho para compartir y que las mejores propuestas provienen de las ideas y la acción colectiva, el Inepe organiza desde el año 2012 un festival que reúne a los mejores exponentes del método Suzuki en el mundo, para la capacitación de toda la comunidad educativa.

Este año, la cita empieza desde mañana hasta el 24 de marzo en el Colegio Americano de Guayaquil. Las inscripciones están abiertas hasta hoy. El festival tiene el aval de la Universidad Católica del Ecuador junto con el de la Asociación Suzuki de las Américas. Pero sin duda, la mejor referencia son las experiencias de quienes viven día a día esta forma de aprender.

Los tres hijos de Nora Murillo son estudiantes del Inepe y todos son parte del Programa de Talento Musical. Para ella, verlos avanzar y afianzar su confianza es la mejor recompensa. Y también está la vida que el Inepe le ha dado desde hace más de 30 años al sector de Chilibulo, así que la próxima vez que mire hacia el suroeste de Quito, recuerde que grandes cosas ocurren ahí.

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